Cuando el PASOK y ND mintieron [2] para que Grecia pudiera entrar en la Unión Europea y en el Euro, Syriza aún no estaba allí.
Cuando se pidió el (primer) rescate a Grecia, Syriza aún no gobernaba.
Cuando la mayor parte del rescate se fue a pagar los intereses de la deuda (principalmente a bancos alemanes y franceses), Syriza aún no gobernaba.
Cuando la Unión Europea decidió que en vez de rescatar a los ciudadanos, haciendo quebrar a los bancos, denunciando a sus gestores, había que rescatar a los bancos (porque sus deudas eran de bancos alemanes y franceses), Syriza aún no gobernaba.
Cuando los gobiernos de PASOK y ND pidieron un segundo rescate para seguir pagando los intereses de la deuda inicial (y el segundo crédito), Syriza aún no gobernaba.
Cuando una gran parte del dinero público se iba a seguir financiando un gran ejército (con compras milmillonarias a Alemania), fruto del «quién la tiene más grande» con Turquía, Syriza aún no gobernaba.
Cuando en enero de 2015 los griegos decidieron en las urnas de forma democrática que no podían seguir pidiendo créditos hasta el infinito y que la austeridad obligada por la Unión Europea les iba a llevar, tarde o temprano, a la desaparición, Syriza empezó a gobernar, con la tarea de restituir derechos y eliminar la austeridad y renegociar la deuda con sus acreedores.
Cuando 6 meses después, Grecia, después de lo que parecen negociaciones muy duras, está muy cerca de salir de la Unión Europea, la culpa es de Syriza, como si los últimos 10 años de gobiernos arrodillados ante bancos, FMI y la austeridad, no hubieran existido.
Syriza tiene la culpa de haber sido la más votada en las últimas elecciones y ser consecuente con su programa y su ideología, la de anteponer la gente al sufrimiento de esta. No como durante últimos 10 años, cuando no gobernaba Syriza.